Un paseo por La Habana a través de la fotografía de Carlos Grande

Ayer por la tarde la sala Caballero Bonald se llenó de personas interesadas por la obra de Carlos Grande. “Habana, las horas eternas” se disfruta, porque sus imágenes nos acercan a un mundo para nosotros muy lejano y poco conocido. El ojo fotográfico de Carlos recorre las calles de la Habana y se detiene en los momentos más cotidianos, en los rostros de la gente corriente que lucha para sobrevivir, los viejos automóviles americanos, tan atractivos para nosotros, las parejas en el malecón, disfrutando de una tarde de sol. Como él mismo dice: «El tiempo en La Habana se mide de una manera diferente. Los minutos parecen horas y las horas días. El presente se va convirtiendo en pasado a ritmo de son, mientras los habaneros hacen del día a día un desafío constante».