Sendero de Baterías defensivas de Vigía y Cascabel, Cañones del Acorado Jaime-Cerro Cascabel y Colada de la Costa.

La Sección de Naturaleza realizó el pasado domingo,  17 de marzo de 2024, el Sendero de Baterías defensivas de  Vigía y Cascabel,  Cañones del Acorado Jaime-Cerro Cascabel y Colada de la Costa.

Se trata de un sendero, circular de, aproximadamente, 14 kilómetros de longitud, con maravillosas vistas del interior del Parque, en la ida, y de la costa, y que pudimos apreciar en  todo su esplendor gracias al maravilloso día que hizo, sorprendiéndonos su claridad y temperatura.

Anduvimos siguiendo una ruta circular, por el Parque Natural del Estrecho, cerca de Tarifa,  y disfrutamos de maravillosas vistas del interior del Parque, apreciando las baterías defensivas de Vigía y cascabel, los cañones del acorazado Jaime I, el Cerro Cascabel y volviendo por la Colada de la Costa, desde donde observamos, gracias al  día tan  espléndido, la costa africana.

Comenzamos el sendero en el observatorio del Estrecho y fuimos en dirección al CCS TARIFA de Salvamento Marítimo,  llegando a continuación  a la Batería El Vigían con un cañón Vickers. Más adelante,  llegamos a los cañones de Batería de Costa, al vértice geodésico del Cerro Cascabel y a un pequeño bunker subterráneo con dos entradas.

Seguimos por una vereda y encontramos un aljibe para, a continuación, bajar a los cuarteles de la Batería de Costa «Cascabel».

Tras una breve parada para reponer fuerzas, regresamos por el camino de la Colada de la Costa, apreciándose, conforme nos acercamos  a la costa, la parte africana, el peñón de Gibraltar y la Torre Guadalmesí.

Una vez cerca del mar observamos las  formaciones rocosas llamadas Flysch, donde algunos compañeros bajaron y sintieron el frescor  del agua en la piel y admiraron de cerca los flysch.

Caminando por terrenos  erosionados por el paso del tiempo y otras veces, por terreno firme, pasamos el Barranco de las Ánimas y el Barranco Hondo, donde pudimos observar diversas construcciones militares de la guerra civil, como garitas y bunkers subterráneos y unos metros más adelante, tomamos un carril que nos llevó hasta en el punto de inicio.

En conclusión, disfrutamos de un espléndido día de senderismo, embelleciéndose, aún más, con la convivencia, el compañerismo y la buena armonía entre los asistentes, como así se puso de manifiesto en el regreso.

Agustín Vadillo Ávila

Sección de Naturaleza