Poesía y música en el Ateneo
enero 15, 2019Inicio del V Ciclo Espejo de la memoria
enero 19, 2019En la tarde de ayer 17 de enero de 2019 se inició un nuevo ciclo en la sección de cine de nuestro Ateneo. Este ciclo tiene como finalidad sacar a la luz personajes secundarios inolvidables, actores que han triunfado a lo largo de su carrera no por su belleza física, sino por su talento. Empezamos con el austro-húngaro Peter Lorre, que no tuvo unos comienzos fáciles, pero que vislumbró nada más y nada menos que a Bertolt Brecht, a Fritz Lang, a Alfred Hitchcock, a John Huston, entre otros. Y además eclipsó a estrellas que ganaban más dinero, robándoles secuencias a Bogart y Cary Grant. La película que vimos fue “El hombre que sabía demasiado” (1934) de Hitchcock, en la que brilla sólo con su presencia ante las cámaras. Al maestro del suspense no le importó que Lorre desconociera el idioma; permitió que el actor se aprendiese todas sus frases de manera fonética… y aquello fue todo lo que Lorre necesitó para brillar ante un reparto británico muy respetable, pero más encorsetado, al menos en comparación con la espontaneidad que Lorre traía de su experiencia en la comedia y el cine expresionista alemán. Es importante destacar que su figura se ha revalorizado cada vez que un nuevo espectador se topa con alguna de sus inolvidables apariciones en la pantalla, donde ha encarnado al más oscuro asesino de la historia del cine, prestando su camaleónico talento a toda clase de largometrajes, mejores y peores, que solamente tienen una cosa en común: lo único irrenunciable en todos ellos es su “presencia”.