Gran exposición sobre Dalí en el Museo Reina Sofía.
mayo 1, 2013Exposición «El sentido de la Acuarela»
marzo 21, 2015Exposición celebrada en nuestra sede del 25 de mayo al 7 de Junio
Pensamientos de la autora sobre su obra y creación artística
Me piden que responda… Y…¡Espero que les guste!
Me piden que responda a las típicas preguntas ¿Por qué pinto? ¿Cómo pinto? ¿Por qué uso determinadas técnicas? ¿Cómo elijo los motivos?…También me dicen que no puedo contestar con el consabido «Me gustaba pintar desde pequeñita…» Pero eso es imposible, porque pintar es mi respuesta natural ante determinadas circunstancias, tristes o alegres, desde la infancia. Cada cual torea la vida como mejor puede y yo recuerdo haber descolgado algún cuadro familiar y haberlo copiado ante ciertos acontecimientos, al menos desde los 12 años. Antes también lo hice, pero ese
cuadro, en concreto, lo llevo grabado con sangre y fuego. Las letras, al igual que los números, no son naturales para mí. Las primeras solo son capaces de fluir repetitiva y lentamente en la quietud y la oscuridad de las noches de insomnio; los números nunca, ni para ajustar la cuenta de la compra.¿Motivos? Para explicar los motivos recordaré lo que les cuento a mis alumnos cada 15 de septiembre : «Según los científicos el cerebro está dividido en dos: en una mitad reina la lógica, el lenguaje, los números; en la otra la creatividad, el arte, las soluciones divergentes… Entre ellas se comunican…pero solo una manda siempre …y, a veces, hace concesiones, pacta …La primera se potencia desde el nacimiento, en casa y en la escuela, la segunda lo intentamos, a duras penas, en algunas asignaturas…y tenemos que aprender a realizar ciertos pactos…» Mi humilde opinión es que, en mi caso, el lado creativo, el derecho, era el más fuerte desde mi niñez y siempre ha sabido hacer pactos, tan reales y conscientes como los realizados ante notario, para seguir mandando durante todo el proceso de potenciación de las letras y los números.( Para relatarles todos los pactos que recuerdo, y los que aún sigo haciendo, necesitaría un libro.) Es curioso también, y no sé si a otras personas les ocurre lo mismo, pero me sucede que al cerrar los ojos vienen hacia mí desde la oscuridad dibujos, muy nítidos y detallistas, dorados sobre negro, que no guardan relación con las imágenes vistas durante el día, estas imágenes son un catálogo perfecto de cuadros para pintar. Bueno…Ya saben la respuesta, mi respuesta, si me resulta más fácil expresarme con pinturas que con palabras la causa es ¿biológica?, ¿genética? No lo sé, eso se lo dejo a los científicos, yo solo soy pintora.
La contestación a otra de las cuestiones, la de las técnicas, también es la misma en parte. Determinados productos usados en pintura tienen olores fuerte, que me enferman, o son dañinos para la piel y, ante todo, la salud es lo primero. Además de la cuestión biológica antes mencionada, el factor espacio-tiempo es otro de los culpables, al que acompaña siempre el motivo elegido, que se forma en mi mente con una u otra característica que hace que me incline hacia una técnica en particular. Asimismo, quien me conoce sabe que soy nerviosa e impaciente y, mi natural impaciencia precisa pinturas de secado rápido para poder seguir trabajando en el momento y lugar exacto en que la necesidad o las condiciones mandan, sin demoras.
Explicar como elijo los motivos me va a resultar más difícil, si no quiero pasar por loca, quiero decir, porque… si digo que hay veces que ellos me eligen a mí, seguro que es así. Hay imágenes que llevaban conmigo más de 25 años cuando las he pintado, siguen conmigo, pero ya no me atosigan para que las lleve al lienzo. Otras siguen esperando e incordiando continuamente. Los objetos de la casa o de mi entorno, en algunas ocasiones, sin previo aviso, me invitan a pintarlos dejando de ser objetos cotidiano y adquiriendo cualidades especiales. Parecen que adquieran personalidad, alma. Igualmente, cuando viajo miro los paisajes y los monumentos pensando en un futuro cuadro, y existen rincones y colores que se muestran como exhibiéndose, muy descarados, para atraer mi atención. Me llaman. Esto también me ocurría desde pequeñita, lo siento, pero es así, y he conservado, hasta hace muy poco, recortes, almanaques, objetos, fotos y otras imágenes que desde la niñez he guardado porque se mostraron ante mí como cuadros.
¿Cómo empiezo el cuadro? Pues con el dibujo, más o menos elaborado, según la técnica que piense emplear. Normalmente a lápiz de grafito o directamente con el tipo de pintura que haya decidido usar, después vienen las manchas acuareladas y por último «lo que el cuadro pida». Lamento no poder ser más concreta, pero explicar el proceso de creación es algo, para mí, imposible. Explicar lo que a una persona le pasa por la mente en determinados momentos y explicarlo con palabras es una tarea ardua. Y como les digo a mis alumnos continuamente «….porque en tu cabeza no puedo entrar tendrás que explicarme lo que pretendes con un boceto, un dibujo..» Eso es lo que hago, poner lo que está dentro, fuera, en un cuadro. Esto me da pie para decirles que me enfadan muchísimo los consejos y críticas que a veces me dan cuando el cuadro está en proceso. Nadie puede entrar en la mente de nadie, creo yo, no soy entendida en la materia. Por eso pienso que cuando el trabajo está terminado es el momento de aconsejar, explicar, sugerir,criticar, juzgar, enjuiciar,examinar, decir… opinar antes es bastante parecido a un intromisión en la vida privada e íntima de una persona,( había puesto otra palabra más fuerte, pero he ejercido el derecho a realizar mi propia censura para no herir ).
Les invito por ello a contemplar mi trabajo terminado, y luego me dicen si les gusta o no, que a esto se reduce en definitiva la traducción de la pregunta no expresada al principio de ¿Qué es arte? Pero, para responder a ella la discusión sería larga y repleta de opiniones dispares, y todas válidas, de tópicos y de lecturas de los elementos gráficos, expresivos, formales, tonales, culturales y un largo etc.; esta discusión es la que se plantea en clase la primera vez que muestro un cuadro de Pollock, Kandinsky, etc. rompiendo todos los esquemas creados ¿Con qué parte del cerebro? ¿Con qué tipo de educación? (El arte, la educación por el arte, es un tema de debate, que se olvidan casi
siempre de incluir en los planes de estudio.) Para salir ganadores de la polémica podemos aferrarnos a las teorías de uno u otro crítico, historiador, filósofo, estudioso de la estética o del arte… Podríamos citar autores como Formaggio, Carey…Al final todo quedaría reducido a la frase que he usado en todas las presentaciones «Espero que les guste». Y eso es lo único que para mí tiene importancia.