Refugiados, inmigración, éxodo 2015
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marzo 27, 2017La intrahistoria, la historia de los que no tienen historia, la voz de los sin voz. En esas se enfrascó un día la profesora titular de la Universidad de Cádiz y doctora en Historia de América, María Dolores Pérez Murillo, experta en arañar e investigar en el silencio, en lo que no cuentan los números. A través de ella, de su labor, habla, y mucho, la historia. Una de esas investigaciones, ‘Los sentimientos de los emigrantes a través de sus testimonios desde el siglo XVI al XX’, fue presentada ayer en el Ateneo de Jerez.
La autora recordó que los estudios de emigración «se realizan desde la estadística, no aparece el rostro de las personas, y hoy hay auténticas catástrofes en este Mediterráneo que es un cementerio de emigración. O bien en las fronteras entre América Latina y EEUU. Por eso he querido remarcar eso de los sentimientos, de la sensibilidad de los emigrantes, que es la misma desde el siglo XVI al XXI. Buscan y sienten la misma desolación». Una investigación que la autora dividió en tres partes. Por un lado, se centró en los testimonios epistolares, es decir, en las cartas que desde el siglo XVI se conservan en el Archivo General de Indias en Sevilla, y que llegaban desde América a los familiares que se quedaban en el país de origen. «En ellas se lee el sentimiento, la añoranza, la valoración de la riqueza material en el lugar de acogida, lo que supone un efecto dominó para que acudan más paisanos. Se ve el esfuerzo individual, la desconfianza, el desencanto… Todo el mundo que emigra lo hace para ayudar a su familia, a quien deja en su casa. Es una inversión familiar. También se ve en estas cartas una profunda religiosidad, así como una serie de valores».
Por otra parte, habló de testimonios orales de emigrantes andaluces a Brasil y a Argentina de los siglos XX y XXI . «La gente emigra en busca de una mejor vida, o se va huyendo de las guerras, en esa emigración clandestina promovida por las mafias para hacer grandes negocios», apunta la profesora. Una investigación en la que se relata también cómo son las despedidas, los barcos en los que se fueron los emigrantes, cómo eran las ciudades de destinos y cómo se sentían allí. La última parte estuvo dedicada a los sentimientos de las mujeres inmigrantes en nuestro país. La profesora destacó al respecto que la acogida de los emigrantes en su país de destino «siempre es muy difícil, tienen que hacerse con la sociedad receptora, adaptarse, integrarse… Por desgracia, nunca las acogidas son buenas, ni lo son para los que se marcharon en el siglo XVI, ni para los que vienen aquí ahora, Hay quien sobrevive al intento y hay quien no».
Historias todas «emocionantes, que superan la ficción, la literatura. No trabajo con encuestas, sino con entrevistas muy abiertas para que las personas me cuenten sus historias de vida o su relato de vida. Nunca hay preguntas cerradas. Hay una similitud de los fenómenos migratorios por encima del espacio, del tiempo, de la etnia, de la cultura». Lecciones de vida de las que Pérez Murillo recuerda que no se debe «olvidar nuestra historia, ya que entonces estaremos obligados a repetirla. Fuimos y somos un país de emigrantes. Si no olvidamos el pasado podremos tener más humanidad con la gente que llega».
La labor investigadora de María Dolores Pérez Murillo no cesa. En imprenta está ahora un libro sobre una historia oral de la Base de Rota con testimonios de más de 40 personas, encargado a la autora y a la también profesora Eva María Díaz Buzón por la Embajada de EEUU en 2014.
Artículo aparecido en DIARIO DE JEREZ